Después de muchas horas conduciendo de noche, amanece en Santa Margarita (Génova). Un acantilado nos descubre esta costa llena de color y sabor a mar,...donde tomamos un café hecho en un hornillo que llevamos en el coche,...con la brisa de cara.
Esta costa nos llevó a caminos estrechos y de espesa vegetación , donde parece acabarse la civilización. Ruido fuerte del mar, chocando con las rocas, va a llover,... camino a Portofino.
Y seguimos la marcha. Unos cuantos kilómetros más y, escondida , tras las calles estrechas de fachada gris, emerge Il Duomo, en Florencia.
Mientras dibujo la inmensa catedral, un fiorentino se sienta a mi lado y me narra toda la historia de esta plaza, del campanario, del baptisterio, de los personajes ilustres del lugar, de los artistas.
Esta ciudad derrocha cultura en cada rincón.
Porción de pizza y vino para llevar, para rematar este momento, antes de seguir paseando por Florencia y llegar a la galería de los Ufficci.
Dejamos Florencia, rumbo a Pisa, para amanecer en Cinque Terres...
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